miércoles, 20 de agosto de 2008
Juan Manuel de Rosas
Juan Manuel de Rosas
Juan Manuel José Domingo Ortiz de Rozas, nació el 30 de marzo de 1793, de un padre militar y una madre de carácter fuerte y altivo: don León Ortiz de Rozas y doña Agustina de Osornio respectivamente. Tuvo una crianza dura, recta y formal, dedicada a la vida del campo y las estancias; aún así ingresó en la escuela de Francisco Javier Argerich en Bs. As. A la edad de 8 años. Solo su carácter podría descifrar lo que representaría en un futuro para nuestra naciente Patria en ese entonces, enfoco en su carácter porque jamás se arrodillo ni desmereció ante nadie, lo expuso en una precoz muestra de su temple: siendo aun adolescente, cuando su madre quiso castigarlo por haberse negado a cumplir una orden de un amigo de la familia, esta le dijo que se arrodillara y pidiera perdón a este adinerado caballero, pedido al cual se negó y fue encerrado por doña Agustina en una habitación sin mas que pan y agua. Para sorpresa de sus padres, Juan Manuel había escapado forzando la cerradura y dejando una nota en la que decía:”me voy sin llevar nada de lo que no es mío”, a partir de ese momento no regresaría mas a su hogar, ni recibiría una moneda de la herencia de su familia, hago hincapié en esta anécdota de don Juan Manuel, primero para demostrar lo antes mencionado sobre su carácter, y segundo porque después de irse de su casa ni siquiera ni el apellido se llevaría, ya que desde ese momento pasaría a llamarse Juan Manuel de Rosas(como la mayoría de la gente lo conoce), suprimiendo el Ortiz y cambiando la Z de Rozas por una S.
Teniendo en cuanta que además de haber tenido una educación recta y autoritaria por parte de su madre, fue criado en el seno de una familia católica y militar que le inculco el amor por la Patria. Ese amor por estas tierras colonizadas por españoles, de los cuales heredamos su religión, lengua y costumbres, quedo demostrado a su temprana edad de 13 años, cuando sirvió como ayudante de municiones en la primera invasión inglesa del año 1806, y en la segunda, al año siguiente ya como soldado, en el 4° escuadrón de caballería “Migueletes”. Truncados los intentos de invasión por parte de los ingleses, tuvo que elegir entre volver a la escuela, o ir a la estancia de su familia ubicada en Rincón de López, se decidió por esto último, donde vivió por muchos años demostrando que podía desempeñarse en las tareas del gaucho, como en las tareas de control y comercialización.
Jamás le falto valor ni coraje, hasta su vencedor en Caseros lo reconoció después de dicha batalla señalando:”Rosas es un valiente, durante la batalla de ayer he estado viendo al frente mandar a su ejercito”. Y este no fue el único homenaje que le hicieron en su vida, sin duda el mas grande que recibió fue el del Libertador, el padre de nuestra Gloriosa Patria Argentina, El General don José de San Martín, quien en su testamento escribió: “El Sable que me ha acompañado en toda la Guerra de la Independencia de la América del Sud, le será entregado al General de la República Argentina don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de satisfacción, que como Argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los Extranjeros que tratan de humillarla. ”
Siempre estuvo a disposición del gobierno de Bs. As, en realidad de la paz y el orden, como cuando Pueyrredon en 1818 le pidió que defendiera la frontera sur de Bs. As de los malones. Pero sin duda su nombre quedaría marcado en 1820, cuando con sus Colorados del Monte se unieron al ejército de su provincia para luchar junto a Dorrego en campaña contra Carreras, Carlos M. de Alvear, y Estanislao López que se oponían al gobierno central. En esta participación afianzó el orden en Bs. As y llegó a un acuerdo con el caudillo santafecino Estanislao López, quien sería su amigo y mano derecha en gran parte de su vida política. Se lo nombró Coronel del ejército, cargo al que renunció y regresó a su estancia en los Cerrillos. Hasta ese entonces ya se había casado con Encarnación Escurra, quien fue su fiel compañera hasta la muerte de ésta.
Durante su vida en la estancia se mantuvo preparado junto a sus gauchos y peones armados para defender la frontera de los indios y también por si el gobierno de su provincia lo requiriese. Se había convertido en Federal, ya que este partido tenía como principios los mismos principios que él quería para estas tierras. Era un Federal por naturaleza, se oponía fuertemente a los traidores, “iluminados” y europeizantes de los unitarios dirigidos por Rivadavia; en 1827 después de la renuncia de éste, fue designado comandante de las milicias, cargo en el cual consiguió la paz con los nativos y fundó un pueblo en el actual territorio de Bahía Blanca.
Sintió que su Patria lo necesitaba aquel diciembre de 1828, cuando el salvaje unitario de Lavalle, derrocó a Dorrego, a quien posteriormente hizo fusilar, convirtiendo a Bs. As en un caos; unió sus fuerzas a las de Estanislao López, y vencieron a Lavalle en Puente de Marquez el 26 de abril de 1829. Su popularidad después de esto era enorme, era aclamado por el pueblo. El 6 de diciembre de 1829 fue un dia glorioso para nuestra Patria. Rosas fue nombrado gobernador de Buenos Aires con poderes extraordinarios.
Don Juan Manuel gobernó la provincia de Bs. As durante dos décadas, y estuvo a cargo de las relaciones exteriores y de guerra de la Confederación Argentina, tarea que desempeño con creces, respetando siempre las raíces, la religión y la cultura. Defendió siempre al de menos, al desamparado, al gaucho, al indio, al mulato, o a la “chusma”, como llamaban a nuestra gente los cipayos traidores que estaban al servicio extranjero, por sobre todo al servicio de ingleses y franceses, a los cuales jamás dio el brazo a torcer (Rosas) ni diplomática, ni militarmente. Fue sin duda quien mas defendió la soberanía Argentina, queda demostrado en muchos difíciles momentos de sus gobiernos, entre estos esta guerra contra la confederación Peruano-Boliviana, el bloqueo francés al puerto de Bs. As en 1838, y el conflicto contra Francia e Inglaterra. En todos estos momentos citados nuestra Patria conducida por don Juan Manuel salió victoriosa. En el primero con nuestro ejercito al mando del Gral. Alejando Heredia venció en 4 batallas a su rival, mientras nuestro aliado, el dictador chileno Portales lograba triunfos sobre Santa Cruz, el cual se vio totalmente derrotado en 1839 cuando el gral. chileno Bulnes lo derrota y este debe huir a Ecuador. En el segundo caso fue una guerra diplomática y bélica que duro 2 años, en la que don Juan Manuel y nuestro ejercito tuvieron que luchar y vencer a traidores europeizantes supuestamente argentinos pagados por los franceses y a estos últimos , que habían bloqueado el puerto de Bs. As., queriendo someter a nuestro país sus humillantes pretensiones e infligir un castigo a esta ciudad que sirva de lección para los demás estados americanos. Este triunfo es el que lo hace meritorio de la herencia que le lega San Martín. En el tercer caso, el litigio denominado “batalla de Vuelta de Obligado”, en la que se aliaron Francia e Inglaterra, nuestros enemigos de toda la vida, esgrimiendo argumentos de “humanidad”, se proponían derrocar al tirano que jamás se les puso a los pies. Nuevamente en las filas aliadas en contra de nuestra Patria estaban los salvajes unitarios. El primer combate se libro en las costas del rió Paraná, sobre las cuales la flota anglo francesa quería demostrar que no existía soberanía Argentina sobre esas aguas. El 20 de noviembre de 1845, el Gral. Lucio Mansilla opuso una feroz y heroica resistencia en la que no logro la victoria, pero si pudo deteriorar parte de la flota enemiga. En su vuelta por el Paraná, nuestros enemigos fueron atacados desde todos los puntos posibles, como Tonelero, San Lorenzo y la batalla final, en Quebracho, el 7 de junio de 1846, en la que los navíos extranjeros salieron seriamente destrozados por los certeros disparos de los antiguos cañones usados en las batallas de la Independencia.
A partir de esto el conflicto siguió diplomáticamente, ya que tanto Francia como Inglaterra quedaron muy mal parados militarmente en suelo Argentino. Los extranjeros agresores se veían obligados a retirarse de nuestras aguas, no sin antes desagraviar a nuestra bandera y satisfacer las exigencias de nuestro honor nacional ofendido. Una de esas exigencias fue la de saludar al pabellón de la Confederación Argentina con veintiún cañonazos, pedido al cual primero accede Inglaterra y luego Francia, una verdadera humillación para ellos. A esta gesta se la suele denominar “segunda guerra por la independencia” ya que hasta el mismísimo Gral. San Martín la califico de tanta trascendencia como la que se había librado contra los españoles.
Fue un Criollo de ley que durante sus gobiernos dedico sus mejores afanes a unir el sentimiento nacional: proteger la ya nombrada religión católica, proveer educación, decretar homenajes a los próceres en ese tiempo recientemente fallecidos y olvidados por los unitarios, como Saavedra, Brandsen, Marcos Balcarce, Mathéu y el deán Funes; promovió el Pacto Federal y logro que todos los gobernadores aceptaran dicho pacto, que consistió en 3 ideas fundamentales: unidad nacional, autonomías provinciales y sistema federal de gobierno. Fue un amante de la ley y el orden.
En su receso de sus gobiernos entre 1832 y 1835 realizó la Campaña del Desierto, la cual tenia como objetivo delimitar y agrandar las fronteras del País, que fue todo un éxito porque se lograron las metas antes mencionadas y se logro llegar a acuerdos pacíficos con gran parte de las tribus nativas y en los enfrentamientos con las tribus rebeldes, la menor cantidad de bajas posibles en ambos bandos.
Durante sus gobiernos tambien se vivieron épocas muy difíciles que supo sobrellevar, llevando a nuestra Nación a la prosperidad siguiendo una política nacionalista.
Fomento el mercado interno, que en ese entonces era atacado por las importaciones inglesas y francesas, ante esa situación tomo medidas como por ejemplo la suba de impuestos a las importaciones extranjeras para fomentar la producción nacional.
Tambien sanciono la ley de Aduanas, en la cual se beneficiaba a todas las pronvincias, cuyas economias regionales crecieron a raiz de dicha ley, esto demuestra que Juan Manuel de Rosas queria lograr la unidad nacional y no beneficiarse a el mismo ni a su region.
Fue el primer gobernante que no llego al cargo gracias a maquinaciones de grupos selectos, ni por imposición de las fuerzas armadas, sino por opinión, tanto de la gente decente como la plebe en general.
El 3 de febrero de 1852, fue un día trágico para nuestra nación, ya que ese día fue derrocado del poder don Juan Manuel, siendo traicionado por el supuesto federal del Gral. Urquiza. Para que este derrocamiento ocurriera tuvieron que unirse federales antirrosistas y unitarios que fueron financiados por el imperio del Brasil. Rosas tuvo inferioridad numérica en hombres y armas, ya que el regimiento comandado por Urquiza había sido declarado el Ejército Grande en defensa de la Patria el cual había provisto de la mayor cantidad de armamento posible,conto tambien con apoyo militar de fuerzas brasileras y hasta uruguayas. La batalla no duro mucho, quizás por lo antes mencionado, quizás por la superior formación militar del entrerriano, o quizás para evitar una mayor matanza entre hermanos, en su mayoría federales enfrentados entre si. Nadie puede negar que después de Caseros, la Argentina pasó casi a ser una colonia, y a ser desmembrada por las garras extranjeras.
Al ser derrocado, dejo a una Argentina en paz, orden, con una economia prospera, en crecimiento, se fue dejando una Argentina bien organizada y soberana(por lo menos hasta el dia de Caseros); se exilio en Southampton, Inglaterra sin llevarse nada de su enorme fortuna, donde trabajó de sol a sol para ganarse el sustento,aunque de vez en cuando recibio algun que otro dinero enviado desde la Argentina. Con su esfuerzo y con dinero de la venta de la unica estancia de su propiedad que el gobierno Argentino de ese entonces le permitio vender, logro adquirir unas tierras, las cuales transformó hasta que llegaran a parecerse a un trozo de la pampa. Murió muy pobre, lejos de la tierra en la que nació y tanto amó, el 14 de marzo de 1877. Sus restos fueron repatriados recién el 1 de octubre de 1989, más de 100 años después de su deceso, algo difícil de entender desde una mirada nacionalista.
Se lo juzgo de tirano, así lo llamaban todos sus enemigos unitarios que eran minorías, y así lo llamo la historia oficial de nuestro país. Pero no fue así, porque tirano es aquel que gobierna con la suma del poder en beneficio propio. Rosas lo hizo así pero en beneficio del bien común con apego a la Ley Suprema, que es la salvación de la Patria. También se lo llamo dictador, quizás lo fue, pero fue un dictador aclamado por el pueblo, un dictador que en elecciones hasta sus enemigos lo votaron, porque sabían que era el único capaz de manejar a la provincia de Bs. As y al país con su férrea mano dura, con su valentía, con el amor que sentía por la Argentina, nombre el cual él oficializo para llamar a estas tierras. Se lo juzgo de asesinatos, de persecuciones... pero eso no se puede juzgar porque era otro contexto histórico a donde las cosas se llevaban de esa forma, acaso no fueron asesinos los mismos que escribieron la historia y sus antecesores, Alvear, Rivadavia, Lavalle, Sarmiento, Mitre, Roca, etc. y aun así, ellos tienen erigidos monumentos a lo largo y ancho del país, y asesinaban a los gauchos, negros, indios sin discriminar, acaso Sarmiento no escribió que la sangre del gaucho solo servia de abono para la tierra, estos cipayos traidores que estaban al servicio extranjero vendían al país pero aun así están en los mas alto, son los próceres, los iluminados, y todo esto es porque gran parte de nuestra historia fue escrita por los impíos masones de Mitre, Sarmiento y López y sus ilustre y mentirosas plumas, que odiaban a Rosas, a la Confederación Argentina y a todo lo nacional. La figura de don Juan Manuel es discutida por esa razón, porque nuestra historia no esta escrita desde un punto de vista nacional sino del de los intereses de la extranjería, colonizante e imperialista, masónica y portuaria que siempre ha pretendido manejar el poder de nuestra Nación. Rosas para nuestra historia representa grandes y luminosos momentos nacionales, los cuales ya nadie los puede negar, gracias al enorme trabajo de diversos revisionistas, los cuales lo llevaron a lo mas alto del Nacionalismo, escribiendo la verdadera historia de nuestro Brigadier Gral. don Juan Manuel de Rosas, entre otros caudillos, en el cual se reconoce como el mas grande de ellos.
Es nuestra tarea luchar por la Patria, y en esa lucha tiene que estar incluida la lucha por la verdadera historia para que todos a lo largo y ancho del país sepan quienes fueron los verdaderos pilares de nuestra Patria, los verdaderos forjadores de nuestra Nación, sepan quienes fueron los que jamás mezquinaron el pecho para detener las balas extranjeras. Debemos levantar la cabeza y restaurar la noble figura del Restaurador, que sin duda fue el que mas lucho por la Argentina. Debemos tomar su ejemplo de cómo amo incondicionalmente a estas tierras australes, y quizás así podamos salir adelante con nuestra Gloriosa y amada Patria.
Luchemos por una Argentina Libre, Justa y Soberana como el lo hizo. ¡Dios y Patria! ¡Viva don Juan Manuel de Rosas!
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